Cuando se busca un robotic que pueda enfrentarse a terrenos muy difíciles u otros desafíos que se encuentran en entornos extremos, el conjunto de opciones disponibles puede resultar bastante limitante. Un dron cuadricóptero podría ser la solución en muchos casos, pero pasar por pequeñas tuberías o mirar debajo de los escombros después de un desastre pure puede no ser tan fácil, y luego está el problema de sus tiempos de vuelo relativamente cortos. ¿Quizás entonces un vehículo terrestre con orugas de tanque? Un vehículo de este tipo podría funcionar mejor excavando entre escombros, pero quizás no tan bien en espacios reducidos. Los ingenieros de ETH Zurich han desarrollado recientemente un robotic con un modo de locomoción único para aquellos casos en los que nada más funciona. Llamado RoBoa, su robotic se desliza como una serpiente para abrirse camino hasta lugares muy inaccesibles. El cuerpo de RoBoa está compuesto por un tejido suave que crece a medida que se llena de aire presurizado. A medida que crece, la cabeza del robotic avanza de una manera que causa una fricción mínima y no requiere tracción. La cabeza del robotic está equipada con una cámara para que el operador pueda ver lo que hay delante del robotic. También hay una constelación de sensores que se utilizan para la recopilación de datos, así como un mecanismo de dirección para guiar al robotic por el camino deseado a medida que crece. RoBoa también está equipado con un altavoz y un micrófono para poder comunicarse con cualquier persona localizada durante una operación de búsqueda y rescate. Y si esa persona no puede ser rescatada de inmediato, se puede usar un tubo en la cabeza del robotic para suministrarle agua y otros fluidos. Hasta la fecha, RoBoa se ha utilizado principalmente para inspecciones industriales, donde puede observar fácilmente el inside de tuberías y otros espacios reducidos. El sistema de accionamiento neumático es muy deseable para estos casos de uso, ya que cut back en gran medida el riesgo de explosión en caso de que haya un gasoline inflamable presente. Sin embargo, este robotic único tiene una limitación importante. Sólo puede crecer hasta cierto punto. El prototipo precise puede moverse hasta 20 metros y el equipo cree que 100 metros están a su alcance. Pero en cualquier caso, RoBoa no puede simplemente liberarse en un área grande y permitirle explorarla de forma autónoma. Pero cuando el área a explorar está dentro del alcance, RoBoa puede llegar a donde ningún robotic ha llegado antes. RoBoa se desliza en espacios reducidos al crecer más (📷: ETH Zurich) Una mirada más cercana al tubo blando que crece cuando se llena con aire presurizado (📷: ETH Zurich)